28/3/11

Nuevas sensaciones



Llevaba ya un tiempo sin actualizar el blog y ¡no han pasado pocas cosas en mi vida sumisa! En las últimas sesiones me he visto mucho más unida a mi Amo, con más ganas de complacerle, admirándolo y respetándolo más. Pero eso no ha evitado que me haya ganado un castigo...

Mi Amo no suele castigarme, él dice que es porque no le doy muchas razones, pero hace unos días me costó obedecerle. Tuvo que repetir varias veces la orden y yo fui incapaz de reaccionar, tenía miedo y desconfié de él... Sin razón, porque cuando conseguí obedecer, vi que no hacía falta ni tener miedo, ni desconfiar. Pero ya había fallado. Esa fue la causa de los siguientes 30 azotes con vara. No estoy acostumbrada a sus castigos y ya con el hecho de haberle fallado me sentía muy mal. Aun así recibí los azotes y me sentí aliviada de recibir con ellos también el perdón.

Ese momento me hizo recuperar mis ansias por mejorar como sumisa. No quiero dudar, no quiero desobedecer ni desconfiar. La solución es la práctica, así que hoy mismo he pedido a mi Amo que me ordene cosas que sabe que no me gustan para así aprender a obedecer.


No sé si por ese deseo o simplemente por casualidad hoy me ha dado la orden de comportarme como una perra. Si se trata de hacer el tonto, ladrar y mover el culo como si tuviera un rabito peludo, se me da genial. Pero con mi Amo sentado delante de mí, serio y yo de rodillas ante él, la cosa cambia. Me he quedado sin habla.

-Ladra, perrita.

"Dios, ¿cómo se ladraba?" mi cabeza pensaba "guau" y ahí se quedaba, no llegaba más que a medio camino de la garganta. Nerviosa, notaba cómo me iba enrojeciendo casi más por controlar la respiración que por vergüenza, puesto que no era vergüenza lo que sentía, sino humillación. La más grande humillación que he sentido desde hace mucho tiempo.

-Ladra, perrita.

Después de que mi Amo repitiese la orden varias veces consiguiendo de mí un sutil "guau" (así, con todas las letras) me he empezado a agobiar, ¿me estaba ganando otro castigo?, ¿cómo podía resultarme tan difícil hacer lo que me ordenaba?

Pues guau, guau y GUAU! Finalmente he conseguido sonar como una perrita mientras esperaba a cuatro patas a que mi Amo me usara.

21/3/11

Mejorar como sumisa.

Se me hace extraño, pero hace ya un tiempo que estoy perfecta con mi Amo. No hay problemas, no hay discusiones, no hay desconfianza. No me falta ni me sobra nada. Y por lo que él me dice, parece que él también está contento conmigo.

Pero me queda una espinita clavada, y es que quiero mejorar como sumisa, pero no sé cómo. Creo que estoy siendo impaciente. El reto de conseguir una chica para mi Amo es realmente complicado. Hoy he estado a punto de conseguirle una, pero no sé cómo creo que se me ha escapado... Lleva mucho tiempo y acabo perdiendo los nervios con las excusas de la gente. No avanza el reto... y lo mismo me pasa con las sesiones. Quiero aguantar más azotes y más fuertes, pero físicamente no puedo y me desespero. Acabo con unas contradicciones en la cabeza que no me dejan pensar bien. Recuerdo en la última sesión que yo iba preparada y decidida a pedirle unos azotes a mi Amo, él se me adelantó y me los propuso y acepté pensando que esta vez iba a aguantarlos sin ponerme nerviosa, sin moverme y que los iba a disfrutar. Pero poco a poco el dolor era más profundo y el cuerpo se me movía solo. Mi cuerpo y mi cabeza me decían que pararan, pero cuando mi Amo me preguntó si quería más, le dije que sí. Supongo que sin entrenamiento no puedo mejorar y aunque las primeras veces lo pase mal, acabaré superándome. De nuevo mi impaciencia, ojalá pudiera ir más deprisa!

Se me pasan por la cabeza ideas y situaciones que a mi Amo podrían gustarle y no puedo llevarlas a cabo porque el cuerpo no me da de sí.

Le estoy muy agradecida a mi Amo por muchas cosas y quiero hacerle feliz, pero más feliz que ahora!

17/3/11

Volvió el pasado

Estaba en la ducha lavándome para que mi Amo me encontrara bien limpia y fresca cuando se me ocurrió que aun iba a tardar un rato en llegar y que yo estaba demasiado caliente como para esperar más. No vi inconveniente en juguetear un poquito con el plug inflable. El problema está en que mientras yo me aliviaba mi Amo me llamaba unas tres veces al teléfono y se desesperaba en el coche sin saber si iba a estar en casa o no...

Me sentí muy mal cuando me contó eso y él se debió sentir peor cuando le confesé lo que había estado haciendo yo en vez de esperarle. Me habló de forma dura, hizo que me sintiera todavía más culpable y me asustó comentando que tal vez me tendría que poner un cinturón de castidad.

Me hizo traer la vara y una cuerda al salón. En cuanto vi cómo comprobaba la resistencia de la estantería recordé los castigos de mi anterior Amo. Me dijo que me apoyara en el sofá y empezó a atarme el cuello y las muñecas a la estantería. A cada nudo recordaba los azotes que recibí de mi anterior Amo en ese mismo lugar. Temblaba y notaba cómo se me empezaban a saltar las lágrimas. Los castigos de mi anterior Amo eran muy duros, lo pasaba muy mal y siempre acababa llorando porque eso era lo que mi Amo de entonces buscaba. Pero ya desde hace meses no me veía en esa situación y me asusté pensando que no iba a ser capaz de aguantarlo de nuevo después de tanto tiempo.

Él se dio cuenta de que me pasaba algo y me preguntó, le dije que estaba nerviosa porque iba a castigarme por lo que había pasado. Pero me dijo que no estaba enfadado, no quería castigarme. Mi cuerpo se fue relajando y aunque el mal trago no se me pasó, mi cabeza se despejó. Mi Amo solo quería azotarme. De repente no me importó si iban a ser unos azotes muy duros o si iban a ser muchos, mi espalda se arqueó sin darme cuenta y mi culo quedó en manos de mi Amo y la vara.

Los azotes empezaron muy flojos, no me dolían, pero las lágrimas no paraban por los nervios. Le agradezco que tuviera cuidado, de otra manera lo habría pasado realmente mal. La fuerza de los golpes fue aumentando hasta que quedaron en mis nalgas unas preciosas marcas de las que estar orgullosa, por haber superado la situación, por volver a confiar en mi Amo después de un momento de flaqueza y, simplemente, por ser Sus marcas.

9/3/11

No sé qué quiero, pero quiero MÁS.

Ayer vi a mi Amo después de una semana. Casi había olvidado lo que es ser su sumisa...

Llamó por teléfono y dijo que me vistiera y bajara a buscar una plaza para el coche. No quiso darme explicaciones y me habló de forma dura. Tenía razón, no sé por qué le tuve que preguntar, las instrucciones eran claras. Corrí escaleras abajo y me pateé las calles donde nunca hay hueco a contrarreloj pensando en que en este tipo de cosas suelo serle inútil. Esta vez también lo fui, pero hubo suerte.

Ya en casa estuvo presente todo el rato la fantasía de que yo era una puta. Siempre es agradable sentirse una puta, pero si además es el reencuentro con tu Amo después de más de una semana sin verse y casi sin oirse la voz, se entiende que estuviera caliente desde su primer roce.

Todo lo que pasó y lo que se dijo me ha hecho pensar. Sigo teniendo dudas acerca de qué es lo que le gusta a mi Amo, siempre me dice que está contento conmigo y que le gusta lo que hago, pero creo que quiero que me exija más. Quiero sentir que cumplo todos sus deseos. Algo de lo que me dijo ayer me hizo pensar que hay cosas que le gustan, pero no las dice. Tal vez crea que no me van a gustar a mí y que eso puede crear conflictos. Pero yo estoy dispuesta a todo. Aunque me pida algo que en un principio no me guste, saber que a él sí le gusta, hará que lo disfrute.

Se habló de "cesiones", me dijo que me diría que quedara con quien él me dijera y que me comportara como una puta con él, que hiciera lo que me pidiera, y creí entender que cobraría por ello. Esta es una idea con la que fantaseo, pero hacerla realidad no creo que me gustara si fuera únicamente por mí. Pero saber que él me está mirando o que haya elegido él a la persona y luego tener que contarle lo que ha pasado y saber que a él eso le gusta... estoy segura que así lo disfrutaría completamente.

Pero todo son sensaciones, no tengo una idea clara de lo que quiero ni de lo que él quiere. Pero sé que diga lo que me diga lo aceptaré y lo haré encantada.