30/9/12

La perra ha vuelto a casa.

Solo he pasado un fin de semana como perra callejera y empiezo a sentir que esta situación no me gusta, pero mi cuerpo vuelve a pedir sumisión y nada más empezar a hablar con otro Dom, quedo con él para esa misma tarde.

Intento no pensar en lo que ha pasado, en que ya no tengo Amo, pero me llega un mensaje Suyo. No sé por qué me escribe y al principio dudo si debería responder. Pero la curiosidad me puede. Hablamos durante horas, en las que a ratos lloro, a ratos me enfado, a ratos lo echo de menos.

Finalmente decidimos vernos para dejarlo todo cerrado y seguir cada uno por nuestro lado.


Cuando lo vi se me puso el corazón en un puño. Intenté mantener una imagen de mujer segura de sus propias decisiones, hasta que me eché a llorar. Él estaba preocupado por mí, se le veía en la cara. Mientras yo estaba quedando con otros Doms él se preocupaba por su sumisa.

Esa preocupación por su sumisa era algo que necesitaba ver en Él. Ya no lo veía distante ni más preocupado en otras sumisas que en la suya propia, ahora lo veía protector, fuerte, digno de respeto y admiración.

Deseé ser la sumisa de ese Amo.


Entonces me preguntó qué había hecho durante el fin de semana. Me sentí muy avergonzada. Llevaba en mi culo las marcas de otro Dominante, mi casa estaba patas arriba por una de las sesiones del fin de semana y a mi móvil iban llegando mensajes del Dom que esa tarde me esperaba.

No quería que Él me viera así, no quería decirle lo que había pasado, pero tampoco podía mentirle. Subimos a mi casa.

Me dijo que Él sabía lo que había estado haciendo esos días, que me conocía y que por eso estaba preocupado por mí, pero que no se iba a enfadar. Insistió en verme las marcas que me habían dejado. Esa ha sido la única vez que me he sentido humillada ante mi Amo sin que Él lo hubiera provocado. De cara al espejo fui bajando los pantalones y vi que mi Amo cerraba los ojos y salía de la habitación. No entendí esa reacción. ¿Estaba triste porque su sumisa hubiera recibido esos azotes? ¿Estaba enfadado porque le hubiera dejado hacer algo así a otro Dom? ¿O, tal vez, se sentía decepcionado por no haberme dejado Él unas marcas como esas en tanto tiempo de relación?

Volvió y quiso hablar conmigo. Él también quería que fuera su sumisa. Ambos queríamos empezar de nuevo, llevar una relación mejor para los dos y esforzarnos porque lo que pasó ese fin de semana no volviera a pasar.

Han pasado ya algunos días desde que lo dejamos todo claro, desde que me volvió a aceptar como su sumisa y sigo sintiéndome extraña. No sé si me merecía una segunda oportunidad y me da miedo no saber aprovecharla. Pero sea lo que sea que venga, me esforzaré para seguir junto a Él.

3 comentarios:

  1. por que lo habias dejado?

    ResponderEliminar
  2. Pásate por mi blog. Quiero conocerte.
    http://bolboreta.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  3. Me encanta la manera en que redactar y haces sentir tus experiencias, no sé por qué lo descontinuaste pero, me encantaria leer más de tu vida.

    ResponderEliminar