5/1/11

Fe de erratas

Las Navidades fueron duras, pensando en mi Amo, imaginando el reencuentro.

El reencuentro no fue lo esperado. Necesitaba ser sometida y no se consiguió, hubo algunos líos con terceros que hicieron que me sintiera abandonada.

Al siguiente día esperaba de nuevo a mi Amo y no pudo venir.

Todo esto unido a mi pesimismo y falta de confianza ha hecho que meta la pata de nuevo hasta el fondo y vea temblequear la estabilidad que creía que tenía esta relación.

Quería una conversación con mi Amo, sin prisas, sin terceros por medio, solo nosotros, lo que había pasado, cómo nos habíamos sentido y cuál era el problema y la posible solución. Por fin la he tenido.

Ahora veo que tenemos distintas visiones de nuestra relación. Y me gusta más la suya, pero me cuesta ponerme en su lugar. Creo que sigo arrastrando las ideas de mi anterior Amo, acabaron siendo mías también. Además soy demasiado desconfiada. No estoy acostumbrada a que mi Amo se preocupe de verdad por mí y que lo pase mal cuando yo estoy triste. Se lo he oído decir, pero creo que aun no lo he asimilado.

Cuando me dijo que esa tarde vendría otra chica no me pareció mal, es decir, me pareció perfecto, solo me preocupó el no saber de dónde salía esa chica, pero en ese sentido sí que confié en él. Pero luego, cuando yo estaba sola y él no me llamaba para que pasara a la habitación, empecé a desconfiar. Era el día del reencuentro, se trae otra chica, una chica en la que tampoco está realmente interesado, no la comparte, no sé qué pasa, ¿por qué se la ha traído a mi casa? ¿por qué justo hoy? ¿es que no le hacía ilusión volver a verme?

No fueron celos, no soy nada celosa, me gusta la variedad y que los que me rodean disfruten de ella también. No estaba enfadada con mi Amo, tengo asumido que él decide qué se hace y qué no. Tampoco me parecía mal que estando yo en casa él disfrutara de otra chica y yo esperara. Lo que me dolió fue el haber puesto tantas esperanzas en un día que al final fue como otro cualquiera.

No quise darle importancia. No quería decirle nada a él, no quería que se me notara que lo había pasado mal. Pensé que al siguiente día ya habría más tiempo. Pero él me lo notó y por eso no hubo buena conexión el resto del día. Ahora me duele que fuera mi culpa que él tampoco quedara satisfecho en ese día de reencuentro. Y lo peor, que haya supuesto un problema para él los días siguientes (hasta esta última conversación)

No quiero hacer nada que le moleste, quiero que sea feliz, me siento bien cuando está feliz. Tengo que aprender a controlar esos sentimientos tal vez demasiado infantiles que aun se me escapan aunque quiera ocultarlos. No sé cómo hacerlo, siempre he pensado que esto es cuestión de tiempo y a base de repetición de situaciones fastidiosas. Creo que también debería aprender a expresarme de otra forma, el anterior post lo escribí para que él supiera cómo me había sentido, pero resulta que él lo vio como un reproche (de nuevo se me escaparon esos sentimientos infantiles)

Voy a hacer un esfuerzo por confiar en él, por ver la relación como él la ve y por no darle importancia a hechos que realmente no la tienen.

-Gracias, Amo, por la conversación, por escucharme, aguantar mis lloros e intentar entender esta cabecita loca de cría-

1 comentario:

  1. Creo que tuviste motivos para enfadarte en ese reencuentro que preparó tu Amo,me parece de muy poca delicadeza despues de haberte sentido sola,que en el reencuentro aparezca con otra sumisa, y el colmo que le pareciera mal notarte tu desagrado,pero será que no soy sumisa.

    ResponderEliminar