1/1/11

Formas de ligar por el chat

En mi búsqueda de una chica para mi Amo me he encontrado con gente diversa y sus diferentes formas de relacionarse conmigo.

Ojalá mi Amo buscase sumisos, porque hablando con uno en menos de media hora ya lo teníamos todo claro y solo queda el consentimiento de mi Amo para que yo pueda someterle. Sí, es algo a lo que le tengo ganas, someter a un sumiso. Sé que este en concreto no le va a gustar a mi Amo, no es de su estilo, pero tiene ganas, experiencia, es bisexual y a mi me gusta. Para jugar con él un ratito creo que podría ser interesante. Y con la de chicos que se han querido apuntar al esperado trío y que se enfurruñaban cuando les decía que buscaba chica, cada vez me apetece más coger a uno de ellos y hacerle una rica lluvia dorada.

También fue muy fácil hablar con una chica un poquito entrada en kilos. Me puso la cam a la primera, fue sincera y abierta al decirme que no tenía experiencia, pero que ganas no le faltaban y no se metió en mi vida privada. Una conversación un poco más larga que con el sumiso, dado que sé que mi Amo es exigente con el físico de las chicas, y tenía que asegurarme de qué se podía llegar a hacer con ella. A mi me gustó y tengo un par de fotos, que aunque chiquititas y robadas podrá ver mi Amo y decidir qué hacer.

Todo cambia cuando hablas con chicas demasiado jóvenes, vainilla y heterosexuales. Quieren pero a la vez ponen tantas pegas que apetece mandarlas a la mierda. Y no sabes si ir de experimentada o de igualmente insegura para que cojan más confianza. Acabas teniendo conversaciones sin sentido, en las que yo al menos, me pregunto si en algún momento he tenido esas ideas por la cabeza:

-Bueno, no me gustan las chicas, pero me da morbo lo del trío. ¿A vosotros qué os gusta?
-Mira, a mí a veces, me gusta que me den azotes, bofetadas, ¿sabes? Así, que me usen, en plan sexo duro.
-Uy, sisi. Bueno, si son flojitos, sin hacer daño. ¡Sí, a veces me gusta que me den caña!

Con esa poco se podrá hacer, mucho problema con las chicas, obsesionada con las medidas de mi Amo y no admite ni un cachetito.

Y con las parejas se mezcla todo. Hablas con el chico y te pide que le cuentes posibles situaciones que le den morbo. Hablas con la chica y te pone los límites con preocupación y te pregunta por las medidas de mi Amo.

¡Qué obsesión con saber cuánto le mide a mi Amo! No recuerdo haber preguntado yo eso nunca a nadie. Y más de una ya me pide datos exáctos... Voy a tener que ir con el metro a sacarle las medidas, porque tal vez he dado una imagen demasiado grandiosa de mi Amo.

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