26/2/11

Mi Amo me ha perdonado.

Durmiendo me ha pillado mi Amo. Suena el móvil, unos mensajes y vuelvo a meter la pata a mi estilo... Yo que creía que ya había aprendido a contener mi parte infantil y tan contenta que estaba por los últimos días que nos habíamos visto, me encuentro de nuevo lloriqueando delante del móvil sin saber qué hacer ni qué decir para retirar lo que ya había dicho.

Le he hecho pensar que no quería verle, nada más lejos de la realidad. Desde que pasé el fin de semana en su casa le echo de menos mucho más que antes y estoy deseando verle sea cuando sea. Pero por la tontería de no haber dormido lo suficiente y estar pendiente de cosas que tendría que haber dejado al margen como él me ha recomendado muchas veces, la he acabado pagando con él.

Me dice que ya no tiene ganas de verme y me derrumbo, menos mal que me ha permitido mandarle un email explicándole todo. Al rato recibo su contestación y con un suspiro leo "me encantas, iré en un rato". ¡¡Gracias, gracias, gracias!! Justo eso me he dicho al leer su mail.

Y aquí repito que haré lo que haga falta para que mi Amo nunca dude que quiero estar con él, que quiero ser su sumisa. Por muchas tonterías que llegue a hacer o decir, todas serán equivocaciones que enmendaré. Sé que soy joven, me falta experiencia como sumisa y como adulta, pero quiero aprender a ser mejor en todos los sentidos, para mí misma y para mi Amo.


Ha venido a mi casa. Me sentía mal por haberle dicho esas tonterías y por haberle hecho pasar un mal rato. En mi email ya le había dicho que me merecía un castigo y que lo aceptaría encantada fuera cual fuera. Los castigos siempre me han servido para sentir que mi Amo me perdona, -he hecho algo mal, me pasa algo malo- muy simple, pero el resultado es que siento un gran alivio y me veo más unida a mi Amo, borrón y cuenta nueva, olvidado. Pero hoy no he recibido un castigo.

"¿Crees que mereces un castigo? ¿Estás arrepentida por lo que has hecho?"

"Sí, Señor"

"Entonces no necesitas un castigo"

Me ha sorprendido muchísimo esa forma de ver las cosas. Da la impresión de que me he castigado yo sola arrepintiéndome. No estoy acostumbrada a esta situación. Me he llegado a sentir mal cuando mi Amo ha hecho que me corriera. No creía que me mereciera eso.

Y aunque todo haya empezado mal, ha resultado ser una tarde espléndida. Me ha encantado pasarla chupándole los pies, hacía ya mucho que no lo hacía y es algo que me gusta muchísimo, me pone caliente y a él también. Me he sentido en paz a sus pies. Y también me ha sorprendido que al comentarle que me gustó la cera, ha querido volver a usarla. Esas gotitas ardientes recorriendo mi espalda y mi culo. Sigo teniéndole miedo a las quemaduras, pero hoy la he disfrutado más. Tal vez por ir acostumbrándome, tal vez por el momento de perdón y reencuentro.

-Muchísimas gracias por haber venido a verme, Señor-

5 comentarios:

  1. me a encantado tu prosa..tan honesta, tan sincera, sin adornos superfluos y que trasluce la inegable belleza de una entrega.

    Me tendras por aca, cande

    besos de una kajira

    ResponderEliminar
  2. Gracias. No se necesitan adornos si lo que se dice se siente tan real y profundamente.

    Gracias por leer y comentar.

    ResponderEliminar
  3. Y que es lo que le habías dicho a tu Amo?

    ResponderEliminar
  4. Muy honesto tu relato gracias..

    ResponderEliminar
  5. pues anda mi am ve auna fallta asi y ya bes tu me deja ehca polvo

    ResponderEliminar