7/12/10

Ñic, ñic

Cuando duermes no se nota, al menos si no te mueves mucho. Cuando haces la cama tampoco se nota. La habitación siempre está en silencio. Cuando han venido niños a hacerme compañía en la noche, tampoco se ha notado... ¡Pero llega el Amo y ese ñic-ñic del cabecero no para!

"Si no lo arreglas te tendré que castigar"

¡Pero si no hay Dios que lo haga callar! ¿Cómo lo arreglo? No tengo fuerza ni espacio suficiente como para quitarlo, no se trata de alejar la cama de la pared, porque ya lo he intentado varias veces y el ñic-ñic se niega a desaparecer, tampoco de alejar el cabecero de la pared, porque está clavado a ella y vuelve todavía desde más lejos a golpearla con su incesante ñic-ñic.

¡Pesadillas estoy teniendo en las que el ñic-ñic me persigue allá donde voy!

¿Qué pasará cuando venga mi Amo y le salude con un ñic-ñic?

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