20/12/10

Visita a la casa del Bdsm: Adorada electricidad

Atada en la camilla todos me miraban, pero no me fijaba en ellos, solo podía mirar de reojo -porque tenía la cabeza enganchada también a la camilla- el aparatito que manejaba el dominante que me iba a "electrocutar" (tal cual él lo había dicho)

Acerca poco a poco el aparato (una especie de rastrillo color violeta) a mi dedo. Sale un rayo violeta de él y con un chasquido choca contra mi dedo.

"¡Ay, joder!" Es más fuerte que un simple calambre de electricidad estática.

Lo empieza a acercar a otras partes de mi cuerpo. Yo estoy nerviosa y tengo miedo, pego grititos cada vez que me suelta la descarga. Mi Amo pide que baje la intensidad. La pone al mínimo. Las siguientes veces que me lo acerca, también por nerviosismo, pero por ir perdiéndole el miedo, reacciono riéndome. Las risas se van contagiando a todos los que están en la habitación. Y siguen torturándome a base de rayitos violetas mientras todos nos reímos y solo una grita de vez en cuando.

Hacemos un descanso, miro a mi Amo, también sonríe, y me pregunta si estoy bien y que puedo decir que pare todo cuando quiera. Estoy estupenda, una vez perdido el miedo empiezo a sentir placer, no quiero que se acabe.

El dominante me pone la mano en la tripa mientras habla con otros. No me preocupo, pero cuando la separa, ¡ras! ¡chispazos violetas! pego un grito y mientras me vienen todas las risas encima consigo preguntarle que cómo ha hecho eso. Ha sido magia, totalmente inesperado y en la tripa se siente diferente que en las piernas. Ahora puede pasarme la electricidad con la mano, solo acariciándome. Es todavía más placentero, porque de vez en cuando sientes también los dedos, había más rayitos, cayendo en distintas zonas a la vez. me empiezo a relajar, y aunque las risas aun perduran, empiezo a gemir según dónde caen los rayos.

"Saca la lengua" Madre mía, ¿la lengua? Eso tiene que ser peligroso a la fuerza. La saco y veo temblando como poco a poco acerca un dedo. No quiero que lo acerque más, ¡me va a doler horrores! ¡zas! y grito y saboreo el dolor. "quiero más" vuelvo a sacar la lengua.

"Ahora abre la boca sin sacar la lengua" Qué raro... ¿y dónde caerá el rayito? ¡En los dos labios! Fantástico, estaría todo el día con esa sensación. El dominante explica que para los switchs recomienda que se den besos con electricidad. Pienso en mi Amo. Me da que no voy a darme un beso eléctrico con él nunca.

Un sumiso se interesa por lo de dar chispazos con las manos y el dominante le da la mano a él fuerte y le dice que me roce a mí. La electricidad pasa por los dos y llega más flojita a mi. Aunque no tan flojita como yo esperaba.

Cambia de juguete, coge una tira de bolitas metálicas, como un collar y lo deja colgando entre mis piernas. Las voy separando. Juega conmigo, me lo acerca un poco, pero no suficiente y va subiendo poco a poco. todos se ríen. Dios, me va a dar en el coño... Choca contra una pierna, me muevo, choca contra la otra, grito, y sube hasta que me da en el clitoris. ¡Ese collar hace que sea más fuerte la descarga!

Vuelve a cambiar. Ahora un plumerito, uno de esos que son como palmeritas o fuegos artificiales para adornar los cócteles. Me lo pasa por todo el cuerpo, chisporroteando luces violetas en la oscuridad y yo me estremezco y retuerzo. Este es el mejor. En su punto justo, no es muy fuerte, ni se queda corto, es perfecto. Tal vez simplemente es que ya me he acostumbrado a esa electricidad.

Paran. Ya no quedan juguetes. Estoy exhausta, noto como estoy de húmeda y pienso que mis jugos ya deben estar llegando al suelo. "Quieres probar el que ha probado la otra sumisa?" ¡SI!

Mi Amo se acerca y me dice al oído "Tómatelo en serio", ¿le molestará que me haya reído tanto? me lo tomo en serio, pero es que me da mucho gusto y me pone nerviosa y contenta, no puedo evitarlo.

Aun apagado me lo pasan por el clitoris, me avisan de que está muy frío. Pues a mí me gusta que esté así de frío, quiero que me lo meta ya, que lo conecte desde el principio, deprisa, deprisa. Lo mete un poco. ¡Pero mételo del todo, de un tirón! Mete un poco más. Mi Amo le dice que adelante, parece que él también se impacienta o ¿es que se me nota en la cara las ganas que tengo de probar ese juguetito?

Lo mete y lo enciende. Ya noto esa extraña vibración eléctrica dentro de mí y no sé cómo llega también desde dentro hasta mi clítoris, es relajante. Me empieza a masturbar, pero cuando estoy cerca del orgasmo no siento tanto la electricidad, ¡quiero que la ponga más fuerte! pero está al máximo. Ya llego, y mientras subo con el orgasmo me viene una oleada de electricidad más fuerte que antes.

Una vez más me corrí con esa maravilla hasta que me lo sacaron. Mi Amo les dijo que podían seguir, pero por seguridad no se podía usar más tiempo. Lentamente me desatan y me levantan de la camilla. Con una sonrisa de oreja a oreja les doy las gracias por ese momento, con el que estoy soñando cada vez que cierro los ojos.

1 comentario:

  1. Tu Amo tiene mucha suerte, ¿hay algo que no te guste? esto que acabo de leer debe ser la bomba y hasta peligroso,pero tú te reias y querías más..

    ResponderEliminar