20/12/10

Visita a la casa del Bdsm

Yo no sabía que existía este club. Mi Amo se había enterado por amigos y llamó varias veces, pero siempre le dijeron que necesitaba estar avalado para poder entrar. Me decidí a llamar yo. Sin problemas. Pagar y nos dieron la deseada dirección. Qué gusto da sentirse útil.

"Vístete arreglada" me dijo, pero siempre que me arreglo parezco una puta, suelo ir sin maquillaje y con lo primero que veo en el armario, así que no estoy acostumbrada. "cuánto más puta parezcas, mejor" Vale, me ha quedado claro.

Me sentía muy puta. Una camisa blanca, sujetador negro que se transparentaba debajo de la camisa, faldita bien corta, botitas con tacón y calcetines por encima de la rodilla (a mi Amo no le gustan las medias, pero con el frío que hace, de alguna manera me tengo que tapar) pintadita y con los labios rojos. Me miraba al espejo y me repetía a mi misma, que solo me iban a ver los que estuvieran en el club, que irían con mis mismas pintas. ¿Y si se me cae algo de camino? Me agacho delante del espejo, parece que no se me llega a ver el tanga ni el culo. Bien, perfecta. A la calle.

Le veo pasar en el coche hacia donde habíamos quedado. Llego tarde, ¿cómo me ha podido pasar? Me sonríe. Parece que lo de ayer está olvidado. Dice que estoy guapa, no se hace una idea de lo incómoda que voy, se me caen los calcetines.

Antes de entrar al club queremos cenar. Buscamos cualquier bar cerca. Y yo con estas pintas, qué vergüenza, con niños y familias alrededor... Me acomodo en la silla y siento el frío contra mis nalgas, sí, realmente la falda es bien corta, perfecta para el club, pero aquí... las cabezas de los niños están a la misma altura que mis piernas cerradas a presión para que no me puedan ver nada.

Estoy nerviosa por lo que vaya a pasar después, ninguno de los dos lo sabemos. No tengo hambre, ni cigarrillos, menuda noche me espera, ¡qué estrés! y se me caen los calcetines...

Vamos hacia el club. Tenemos que llamar porque ni siquiera nos dijeron el piso. Mucho misterio. Subimos por unas escaleras escarpadas, muy cutre parece todo. "Dónde nos estamos metiendo..." ¿Será como los otros clubs donde hemos estado? Nos vamos a aburrir, estará lleno de gente mayor hablando de sus hijos y de lo tarde que llegan a casa por salir como jovenzuelos...

Entramos.

Que nos quedáramos con la boca abierta es poco. Una sala grande, de techos altos, preciosa, muy bien amueblada, con estilo, nada pretencioso, sillones grandes y blanditos, buena música de fondo, proyecciones de películas, distintas salas cada una con una temática distinta (consulta médica, mazmorra y un dormitorio al estilo de un castillo con accesorios colgando de todas las paredes y armarios con sorpresas en todos los cajones, hasta una silla de montar había por ahí) y baños y duchas. Y comida y bebida. Me sentía como en casa.
La gente que nos dio la bienvenida eran abiertos y graciosos, nos enseñaron todo y nos explicaron un poquito lo que iba a pasar. Teníamos unas ganas irresistibles de que empezara.
Iban a enseñarnos unos aparatitos de electricidad, en cuanto lo oí miré a mi Amo, me sonrió. ¡Ay! me iba a tocar probarlos, no podía esperar más. Sólo había probado uno antes y me había encantado.

Llegó la hora de la electricidad. Primero le tocó a otra sumisa. Tumbada en un colchón negro en el suelo abierta de piernas y con su Amo acariciándole el pelo, todos los demás la observábamos entre las sombras de la habitación-mazmorra. Sacaron un dildo metálico conectado por cables a un aparatito. Yo lo había visto en vídeos por internet, pero no parecía tan grande como me pareció en ese momento. La dómina que llevaba el local se sentó encima de la cabeza de la chica y ella le mordió. -Luego mi Amo me recordó este momento y me preguntó qué me había parecido. Para verlo estaba bien, pero no me gustó que la dómina no pidiera permiso para hacerle eso a una sumisa con su Amo al lado, ni tampoco entendí el mordisco de la sumisa, si su Amo no había dicho nada, se entendía que no le parecía mal, y pegarle un mordisco a un dom que se te sienta encima ¡es de muy mala educación!- Pero repito, para verlo me encantó.

Le metieron el dildo aun sin conectarlo y la sumisa se quejó por el frío. Le taparon los ojos para que pudiera concentrarse. Un sumiso le agarró una pierna para que no se moviera y la otra se la agarró mi Amo. Pero la chica no se corría. Pasó y pasó el tiempo y aun con electricidad la chica no llegaba.

Me llevé una decepción. ¿Sería demasiado fuerte la electricidad? ¿Demasiado floja? Si yo me corrí con dos electrodos en los pezones, ¿cómo puede ser que esta chica no se corra con ese pedazo de hierro soltándole electricidad en el coño?

Pararon, lo limpiaron todo, la chica dijo que era flojito y que le había gustado. Mi Amo me preguntó si yo tambíen quería. "Claro, pero yo lo quiero más fuerte"



Mi turno.

"A tí te vamos a poner en esa camilla" ¿Camilla? Una cama de cuero con cuerdas para atar todo el cuerpo y para poder dar vueltas a la sumisa hasta que no sepa ni dónde está su propia cabeza... "Bueno, pero que no me den vueltas, que me mareo mucho"

-"Me quito toda la ropa?"
-Como quieras.
A mi Amo "¿me la quito?"
-"Lo que diga él, que sabe de esto"
De nuevo al Dom de la electricidad "¿Me la quito?"
-Esto es a gusto del consumidor...
-"Amo, ¿¿me la quito??"
Por Dios, ¿¡me la quito o no me la quito?! Ni siquiera sé qué me van hacer, ¡pero decidme ya si me la quito!
Me la quité. (Por fin me deshago de esos calcetines del demonio)

Me atan de arriba a bajo y desnudita me ponen en medio de la habitación en posición horizontal encima de esa camilla, apagan las luces y todos esperan mirando a ver qué pasa.

"Mira, lo que le ha pasado a la otra era electricidad para dar placer, la mala noticia es que lo que te vamos a hacer a ti es electricidad para castigos"

Upps.

2 comentarios:

  1. Pero te encantó a que si?

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  2. hola! yo tambien soy sumisa aunque sin Amo, quisiera saber mas del lugar donde fuero., si no es mucho pedir. Si deseas te dejo mi correo : gabriela.tovar.bordon1997@gmail.com

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